¿Cuándo la mitra sencilla?

Flash litúrgico publicado en Liturgia y Espiritualidad 48 (2017)

Digamos para empezar que, según el Caeremoniale Episcoporum, solo hay dos tipos de mitra: la que se llama "sencilla" y la "adornada". Ya lo dijo la Instrucción Pontificales Ritus del año 1968. Y aquí estamos.

Y aunque en los textos citados no está especificado, parece que todos se han puesto de acuerdo que la mitra sencilla sea aquella de color blanco.

Pero, vamos a ver, ¿se puede usar siempre y según la decisión de la cabeza mitrada? Pues no, claro que no. El Caeremoniale deja claro cuáles son las celebraciones en las que ella está prescrita. Según este texto normativo, la mitra sencilla se usa: el Miércoles de Ceniza (núm. 255); en la acción litúrgica en la Pasión del Señor (núm. 315, a); en la Conmemoración de todos los fieles difuntos (núm. 400 y 402); en las estaciones cuaresmales (núm. 261); en la inscripción del nombre (núm. 419); en la celebración en forma solemne del sacramento de la Penitencia (núm. 622) y en las exequias (núm. 822, a y 826).

Fuera de estos casos, el obispo usa la mitra adornada. Y ya sabemos que esta insignia no debe seguir el color litúrgico del tiempo o de la fiesta, sino que debe ser una auténtica corona que haga honor a Aquel que es la Cabeza de la Iglesia, según dice el obispo ordenante principal cuando pone esta insignia al ordenado: "Recibe la mitra, brille en ti el resplandor de la santidad, para que, cuando aparezca el Príncipe de los pastores, merezcas recibir la corona de gloria que no se marchita".
Resplandor, Príncipe, corona, gloria...Todo eso es lo que se dice en el momento de la imposición... ¡Como para ponerse encima cualquier cosa!


Jaume González Padrós