POR
MUCHOS…
Quizá uno de los cambios más llamativos, para los fieles y
sacerdotes, en la publicación de la Tercera Edición del Misal Romano, sea en
las palabras de la consagración del cáliz: se sustituirá por todos los hombres, para decir por muchos.
1.
El origen del cambio
A principios de los años 60, se comenzaron a traducir los textos
latinos de la misa a las diversas lenguas. Fue muy difícil encontrar una
traducción precisa, porque el pro multis
(por muchos) que rezaba en el Canon
Romano, única Plegaria Eucarística en aquel tiempo, no encajaba con la
mentalidad moderna. De ahí que la traducción de esta palabra se interpretaba, desviándose del texto
original para hacerlo más comprensible. Tal era el caso de Alemania, Italia,
Portugal, Inglaterra y España que lo tradujeron por todos (Francia decidió traducirlo por la multitud), mientras que Polonia, Rusia, Ucrania y Vietnam
dejaron el por muchos del original ya
que son lenguas eslavas y semitas, mucho más concretas y no tan ricas para
expresar conceptos universales.
2.
El contexto bíblico
Los estudiosos, en concreto, los biblistas y exegetas consensuaron
que
la palabra «los muchos» (la multitud),
«muchos», que figura en el texto bíblico de Isaías
53,11s, era una forma de expresión hebrea
que indicaba la totalidad, «todos». Ellos entendieron que por todos y por
muchos, venía a significar lo mismo.
La tradición de Mateo y Marcos usa
la palabra por muchos en el relato de
la institución. Ellos de corte semítico (hebraico) lo concibieron en el sentido
de todos, al estilo de Isaías 53,11s.
Cuando la Biblia se tradujo al latín conservó el pro multis con su sentido de totalidad;
pero también algunas traducciones aplicaron la interpretación pasando a algunas
Biblias con el término por todos. Por
tanto, ese consenso exegético fue desapareciendo.
Por otro lado, la tradición de Lucas
y Pablo usa la palabra por vosotros.
Esta expresión también remite a la totalidad
(por todos). Por vosotros se extiende
al pasado y al futuro. Se refiere a los apóstoles reunidos en la Última Cena,
pero también a mí de manera totalmente personal y a la comunidad actual que
celebra la Eucaristía unida en el amor de Jesús. Las palabras de la
consagración del Canon Romano une las dos tradiciones bíblicas: por vosotros y por muchos, fórmula que fue retomada luego por la reforma litúrgica
en todas las plegarias eucarísticas.
Por tanto, las palabras por vosotros hace que la misión de Jesús
aparezca de forma absolutamente concreta por los presentes.
3.
El contexto litúrgico
Otro punto que motivó el cambio de las palabras
fue la Instrucción Liturgiam
authenticam (2001) sobre las traducciones y el uso de las
lenguas vernáculas en la edición de los libros de la liturgia romana. Tiene
como base la distinción entre traducción
e interpretación apelando al criterio
de fidelidad, autenticidad y actualización. La
Palabra debe estar presente tal y como es, en su forma propia, aunque pueda
sonarnos extraño. De ahí que la Santa Sede decidiera que, en la nueva
traducción del Misal, la expresión «pro multis» sea traducida tal y como
es (por muchos), y no al mismo tiempo
ya interpretada (por todos). En realidad,
el Rito Romano y sus misales siempre han dicho pro multis y no pro omnibus;
además, los ritos orientales (griego, siriaco, armenio, eslavo), contienen
fórmulas verbales equivalentes al latín pro
multis.
4.
Contexto pastoral
Todos sabemos lo
mal que sienta en el ánimo de las personas los cambios de formas y textos
litúrgicos; incluso, a algunos les puede inquietar una pequeña modificación. Es
lógico que muchos sacerdotes y fieles se pregunten: ¿Pero Cristo, no
ha muerto por todos? Es verdad que la Iglesia siempre expresó de modo
inequívoco que la universalidad de la salvación proviene de Jesús. Entonces, si
Él murió por todos, ¿por qué en las palabras de la Ultima Cena dijo «por
muchos»? Y, ¿por qué ahora nos atenemos a estas palabras de Jesús si murió por
todos?
Además, hay tres textos de la
Escritura que dicen en concreto: «Dios entregó a su Hijo por todos» (Rm 8,32); «Jesús murió por todos» (2
Co 5,14); Jesús «se entrego
en rescate por todos» (1
Tm 2,6). Si esto es así de
claro, ¿por qué en la Plegaria Eucarística esta escrito «por muchos»?
5.
Respuesta al por muchos: Jesucristo y
la comunidad
La respuesta la tenemos en una doble
dirección: por respeto a la palabra de
Jesús y por permanecer fiel a él
incluso en las palabras. Jesús se ha hecho reconocer como el Siervo de Dios
de Isaías 53; ha mostrado ser aquella figura que
la palabra del profeta estaba esperando. Por tanto, la razón verdadera y propia
del cambio al por muchos está en el respeto reverencial que la Iglesia tiene
por la palabra de Jesús y en la fidelidad
de Jesús a la palabra de la «Escritura». En esta cadena de reverente fidelidad, nos insertamos nosotros con la traducción
literal de las palabras de la Escritura.
Además de esta respuesta con enfoque
cristológico, existe otra de corte eclesiológico. Y es que en la comunidad
concreta de aquellos que celebran la Eucaristía, él llega de hecho sólo a muchos, pero este muchos, abarca a toda la humanidad, al pasado, presente y futuro. En
realidad, para nosotros, que podemos sentarnos a su mesa, este muchos significa: sorpresa, alegría y gratitud, porque él me ha llamado a mí en
concreto, porque puedo estar con él y puedo conocerlo. También significa responsabilidad, porque debo ser luz
para los demás. Los muchos, que somos
nosotros, debemos llevar consigo la responsabilidad por el todo, conscientes de la propia misión. Y por último, significa aliento y promesa esperanzada, ya que
tenemos la sensación de ser cada vez más
pocos los que seguimos al Señor. Nosotros
somos muchos pero representamos a todos: a toda la multitud de la que
habla el Apocalipsis. Por eso, ambas palabras, «muchos» y «todos» van juntas y
se relacionan una con otra en la responsabilidad,
en la promesa esperanzada y en la gratitud.
Adolfo Lucas Maqueda
Publicado en: Liturgia y espiritualidad 48 (2017) 189-192.
Publicado en: Liturgia y espiritualidad 48 (2017) 189-192.