‘H Μεταμόρφωσις τοu
Κυρίου es una de las Fiestas en las que se meditan Teofanías o Manifestaciones
de la Divinidad de Cristo; junto a ella están también, por ejemplo: Adoración
de los Magos, Bautismo en el Jordán y Bodas de Caná. San León Magno le dedica
varias homilías, homilías que eran celebradas en la Sinaxis Nocturna celebrada
sobre la tumba de San Pedro, uno de los tres testigos de la Transfiguración.
Este mismo pasaje que se lee en la Liturgia de hoy se lee
también en Cuaresma, dándonos claramente el nexo entre este Misterio y la
Pasión. El Evangelista Mateo inicia el pasaje con las palabras: seis días después, después de
la solemne confesión de Pedro y del primer anuncio de la Pasión (al igual que Mc, pero Lc habla
de ocho días, cosa que explica San Jerónimo así: hay que agregar el día primero
y último y dan ocho: el octavo
día, prefigurando la Resurrección).
Jesús les da un antídoto antes de la Pasión a Pedro,
Santiago y Juan, antídoto que les fortalezca y les dé la certeza de su
divinidad. San Juan Crisóstomo nos dice que son estos tres porque son los que
destacan sobre los otros: Pedro sobresalía por su ardiente amor al Maestro, y
los otros dos son los que estaban dispuestos a beber el cáliz del Señor; San
Ambrosio dice que era Pedro porque recibirá después las llaves del Reino, Juan
porque a él encomendó su Madre y Santiago por ser el primero en tomar posesión
del trono sacerdotal.
Sucede el acontecimiento en el Monte Tabor, monte que se
encuentra en el corazón de Galilea y domina la llanura que lo rodea; gran
montaña inhóspita que ayuda a la meditación, al silencio, y que es refrescada
por el aire fresco que corre en su cumbre. El hablar con Moisés y Elías viene a
confirmar el anuncio de la Pasión y de la Muerte del Mesías; estos aparecen
aquí como testigos ya que fueron también testigos en la oquedad de la roca:
representan la Ley y los Profetas, Jesús es la Palabra de Dios, su Palabra
definitiva.
Esta Fiesta es celebrada en Oriente y Occidente. Calixto
III fue el que la elevó al rango de Fiesta, extendiéndola a la Iglesia
Universal, recordando la batalla ganada contra los turcos en Belgrado en el año
1456 y que se conocía en Roma en este día; con esto quedó reducida a simple
conmemoración la antigua solemnidad romana de san Sixto II y sus diáconos. Se
celebra el 6 de Agosto porque, según la tradición, esta Teofanía sucedió 40
días antes de la Crucifixión, y si nos damos cuenta quedan 40 días para la
Fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz.
Salvador Aguilera López