El cardenal
Antonio Cañizares asegura que todavía hay
muchos cambios
del Concilio Vaticano II en la liturgia que hay que llevar a la práctica. En su opinión si los cambios se aplican
con fidelidad, no provocarían la desconfianza de los sectores tradicionalistas
ni siquiera de los seguidores de Marcel Lefebvre.
CARD. ANTONIO CAÑIZARES
Prefecto, Congregación para
el Culto Divino
“Incluso los que siguen la
Hermandad Sacerdotal San Pío X, fundada por monseñor Lefebvre, cuando
participan en la Eucaristía bien celebrada, dicen que si esto fuera así en
todas partes no habría necesidad de lo que ha ocurrido y nos ha producido esta
separación con la Iglesia católica”.
El
cardenal Antonio Cañizares, prefecto de la Congregación para el Culto Divino
puso el broche de oro al ciclo de conferencias sobre el Concilio Vaticano II
organizado por la embajada de España. El cardenal asegura que aún quedan reformas por llevar a cabo. Pero reforma no es
siempre sinónimo de cambio.
CARD. ANTONIO CAÑIZARES
Prefecto, Congregación para
el Culto Divino
“La reforma más urgente, más
que la forma, es la formación litúrgica. Falta una formación litúrgica muy
fuerte”.
Y es que
según el prefecto de la Congregación para el Culto Divino el futuro de la Iglesia está precisamente en
conocer de manera más profunda la liturgia y los sacramentos.
CARD. ANTONIO CAÑIZARES
Prefecto, Congregación para
el Culto Divino
“Diría que no hay futuro
para la Iglesia y para la humanidad si no hay una renovación del sentido
litúrgico y una participación en la verdad de la celebración litúrgica. Porque
en la liturgia acontece la acción de Dios, es Dios mismo que está presente
llevando a cabo su obra de salvación”.
Una
formación profunda para conocer la esencia de la fe cristiana, que el cardenal
Cañizares asegura que es indispensable para la Nueva evangelización.