La "Liturgia" en los Padres del Sínodo «La Nueva Evangelización para la transmisión de la Fe Cristiana» (y IV)
19.10.2012
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RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS B: S. E. R. Mons. Bruno FORTE,
Arzobispo de Chieti-Vasto (ITALIA)
Como
elementos constitutivos de la nueva evangelización se han resaltado: a) la
referencia a la Palabra de Dios escuchada, meditada, vivida y, por tanto,
proclamada, testimoniada y celebrada en obediencia al mandato del Señor “Id, y
proclamad el Evangelio a toda la creación...”. La Iglesia no evangeliza si no
se deja evangelizar continuamente por la fuerza del Paráclito; b) la dimensión
contemplativa de la nueva evangelización, que se nutre de forma continua de la
oración, especialmente litúrgica, culmen y fuente de la vida de la
Iglesia y de su obrar al servicio del Evangelio. Desde esta perspectiva, se
comprende bien cómo la nueva evangelización supone la llamada incesante a la
conversión, mediante la cual entregarse completamente a Dios y dejarse
transformar por Su gracia. Esto sucede de manera especialmente fecunda en la
celebración del sacramento de la reconciliación, al que debe prestar mucha
atención la nueva evangelización; c) la comunión eclesial vivida en obediencia
a los Pastores con conciencia, responsabilidad y fidelidad, condición necesaria
de toda acción evangelizadora eficaz: la evangelización no es obra de
navegadores solitarios, sino de la comunidad cristiana en su conjunto y de cada
uno según el carisma recibido por Dios y el ministerio al que está llamado.
¡Toda la Iglesia anuncia todo el Evangelio a todos los hombre, a cada hombre!
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RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ITALICUS A: S. E. R. Mons. Salvatore
FISICHELLA, Arzobispo titular de Voghenza, Presidente del Pontificio Consejo
para la Promoción de la Nueva Evangelización (CIUDAD DEL VATICANO)
Un
capítulo importante ha sido el de la liturgia. El ars celebrandi
puede ayudar a descubrir la belleza del misterio evocado. En ésta entra el gran
papel desempeñado por la homilía. El sacramento de la reconciliación debería
regresar al centro de la vida creyente; ha de ser visto mayormente como
experiencia del encuentro con la misericordia de Dios que va al encuentro de
todos con el perdón. Juzgamos importante que en cada diócesis se pueda
individuar uno o más lugares (catedral, santuario,...), en los que los fieles
puedan tener la certeza de encontrar siempre un sacerdote dispuesto a ayudarles
en su camino de conversión.
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RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS C: S. E. R. Mons. Philip TARTAGLIA,
Arzobispo de Glasgow (ESCOCIA)
La Liturgia
del Domingo: este grupo estuvo de acuerdo en que necesita recuperarse el
domingo para la nueva evangelización, según las enseñanzas del Beato Juan Pablo
II en la Dies Domini. El domingo, con su carácter sagrado y especial
debe ser, junto a la Misa Dominical, el centro de la vida de los católicos. El
objetivo es una participación plena, activa y consciente en la Liturgia
por parte de toda la comunidad.
- Sr.
Tommaso SPINELLI, Catequista de jóvenes catecúmenos en la Oficina de Catequesis
de la Diócesis de Roma (ITALIA)
La nueva
evangelización necesita substancia: unas catequesis de espesor que sepan decir
algo serio a nuestra vida, pero también, y sobre todo, vidas de espesor, que
muestren con los hechos la solidez que tiene quien es cristiano. Con mayor razón
hoy que las familias están desunidas y con frecuencia abdican de su tarea
educativa, los sacerdotes son un testimonio para los jóvenes de la fidelidad a
una vocación y la posibilidad de elegir una manera de vivir alternativa y más
bella respecto a la que propone la sociedad. Sin embargo, lo que me preocupa es
que estas figuras de espesor se estén convirtiendo en una minoría. El sacerdote
ha perdido confianza en la importancia de su ministerio, ha perdido carisma y
cultura. Veo sacerdotes que se adaptan al pensamiento dominante. Y lo mismo
sucede en las celebraciones litúrgicas: cuando intentan ser originales
acaban siendo insignificantes. Sacerdotes, os pido que encontréis la valentía
de ser vosotros mismos. No temáis, porque si sois auténticamente sacerdotes, si
proponéis sin miedo la verdad de la fe, los jóvenes os seguiremos. De hecho,
hacemos nuestras las palabras de Pedro: “ Señor, ¿a quién iremos? ¡Sólo tú
tienes palabras de vida eterna!” Y nosotros tenemos un hambre infinita de algo
eterno y verdadero.
Por
tanto, propongo: 1) Aumentar la formación, no sólo espiritual, sino también
cultural, de los sacerdotes. Con demasiada frecuencia vemos a sacerdotes que
han perdido el papel de maestros de cultura que les hacía importantes para toda
la sociedad. Hoy, si queremos ser creíbles y útiles, debemos volver a tener
buenas herramientas culturales. 2) Redescubrir el Catecismo de la Iglesia
Católica en su carácter conciliar: en concreto la primera parte de cada
sección, donde los documentos del Concilio iluminan los temas tradicionales. De
hecho, el Catecismo pone con sabiduría como premisa a la explicación del Credo
una parte inspirada en la Dei Verbum, en la que se explica la visión
personalista de la revelación; a los sacramentos, la Sacrosantum Concilium,
y a los mandamientos, la Lumen Gentium, que muestra al hombre creado a
imagen de Dios. La primera parte de cada sección del Catecismo es fundamental
para que el hombre de hoy sienta la fe como algo que le afecta de cerca y sea
capaz de dar respuestas a sus preguntas
más
profundas. 3) Por último, la Liturgia se olvida y se desacraliza con
demasiada frecuencia: hay que volver a ponerla con dignidad en el centro de la
comunidad tanto parroquial como territorial.
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Rev.do Jesús HIGUERAS ESTEBAN, Párroco de S. María de Caná, Madrid (ESPAÑA)
Desde
hace siglos la parroquia ha sido el espacio natural donde anunciar el
Evangelio, pero en estos momentos, ante la realidad de los nuevos movimientos,
queridos por el Espiritu Santo, da la impresión, especialmente en Europa, que
la parroquia ha quedado para lo que algunos llaman el "cristianismo del
cumplimiento". Debemos seguir afirmando la bondad de la parroquia en
nuestro tiempo para llevar a término la Nueva Evangelización y para ello, desde
una pastoral de la santidad podemos enunciar algunos aspectos esenciales de la
misma.
En
primer lugar urge recuperar la "seriedad eucarística", pues con
demasiada frecuencia se descuida la celebración de la Santa Misa y la Adoración
eucarística, dejando al arbitrio de una supuesta creatividad litúrgica
que llena de hastio a nuestros feligreses. Urge recuperar el Ars celebrandi
propuesto por el Magisterio de la Iglesia.
En
segundo lugar la parroquia debe ser el espacio natural donde los fieles puedan
vivir el Sacramento de la penitencia de un modo habitual. Urge que los
sacerdotes diariamente ofrezcamos a los fieles la posibilidad de encontrarse
con la Misericordia Divina, insistiendo en la bondad de la dirección
espiritual. Junto a esto, la parroquia es el primer lugar donde aquellos que
son visitados por la enfermedad, la muerte y cualquier tipo de dolor deben ser
atendidos con cariño y esperanza.
19.10.2012
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RELACIÓN DE LOS CÍRCULOS MENORES ANGLICUS B: S. E. R. Mons. Bernard LONGLEY,
Arzobispo de Birmingham (GRAN BRETAÑA)
Animamos
a los Padres Sinodales a rezar por un nuevo Pentecostés para toda la Iglesia, y
a comprender mejor los modos mediante los cuales el Espíritu Santo está
trabajando en la Iglesia y en la vida de los católicos y demás cristianos.
Insistimos sobre la importancia de una Liturgia bien celebrada y en
homilías que inspiren y compartan la fe de una manera convincente. Para ello
será necesario que el clero esté formado en liturgia, homilética y la
Nueva Evangelización, pues son formadores de los nuevos evangelizadores.