La "Liturgia" en los Padres del Sínodo «La Nueva Evangelización para la transmisión de la Fe Cristiana» (III)
- S.
E. R. Mons. Charles Edward DRENNAN, Obispo de Palmerston North (NUEVA ZELANDA)
En
diócesis de países seculares con una red de escuelas católicas, la primera
comunidad de fe es la escuela. Allí la mayoría de los bautizados encuentran por
primera vez, de modo sistemático, la persona de Jesucristo, la oración, la liturgia
y la vida sacramental de la Iglesia. Los educadores, más que los padres, se
convierten muchas veces en los primeros formadores a la fe de los jóvenes. Las
escuelas católicas no son productos sino agentes de la misión de la Iglesia.
Entre los varios pilares de la escuela entregada a la Nueva Evangelización
están los siguientes: 1.- El encuentro con Jesucristo: ser amigos del Señor
Resucitado hará que nuestras escuelas se animen con la oración, la liturgia,
el respeto que surge de tratarse como hermanos y hermanas en Cristo, la
caridad.
- S.
E. R. Mons. Janusz Wiesław KALETA, Obispo de Karaganda, Administrador
Apostólico de Atyrau (KAZAJISTÁN)
En el
contexto del Instrumentum laboris, n. 110, que describe a la familia
como el lugar ejemplar para dar testimonio de la fe, querría analizar el
fenómeno de la transmisión de la fe. La mayoría de las personas en los países
postsoviéticos parecen ser indiferentes a la religión. Para el grupo
relativamente pequeño de quienes aún conservan la fe y la tradición católica,
las familias tienen una importancia fundamental. No se puede ignorar, sin
embargo, que a menudo -incluso en familias en las que los abuelos y los padres
son religiosos, rezan el Rosario y participan en la liturgia - las
generaciones jóvenes están muy alejadas de la religión y de la Iglesia. Muchas
veces consideran a la Iglesia y a la fe simplemente como algo que tiene que ver
con los sacerdotes, las ancianas y los niños.
18.10.2012
- S.
E. R. Mons. Rosario Saro VELLA, S.D.B., Obispo de Ambanja (MADAGASCAR)
Los
jóvenes nos enseñan la alegría. Una alegría que es, ante todo, interior porque viene de Dios, pero que se
expresa también exteriormente. Los jóvenes nos piden una liturgia más
alegre, más participativa, más conforme a su vida, una liturgia de
cantos y de danzas. Nos piden una moral exigente pero no negativa; una moral
que libere a los jóvenes de la esclavitud del egoísmo, del relativismo, del
hedonismo y que llene sus corazones. Los jóvenes nos piden una fe no intelectual,
sino vital. Una fe que desde la mente llegue al corazón.
- S.
E. R. Mons. Otto SEPARY, Obispo de Aitape (PAPÚA NUEVA GUINEA)