"Los grandes temas del Leccionario patrístico en los principales tiempos del año litúrgico" es el título del Apéndice I de una publicación del Obispo de León, D. Julián López Martín, en la Editorial Gratis Date, titulada: "Oración al paso de las Horas".
En esta publicación, el Obispo Legionense nos dice que: "los Santos Padres, dóciles al Espíritu Santo que posee la inteligencia de las Escrituras, y meditándolas en función del misterio de Cristo (+Lc 24,45; DV 8,9,12), supieron comentarlas siempre en su dimensión litúrgica y espiritual, bien conscientes de que «toda Escritura está inspirada por Dios y es provechosa para enseñar la verdad, para rebatir el error, para reformar las costumbres, para educar en la rectitud, a fin de que el hombre de Dios esté perfectamente equipado para toda clase de obras buenas» (2Tim 3,16). Por eso el Oficio de lectura viene a ser una participación en esa profunda y luminosa meditación que los Santos Padres, bajo la guía del Espíritu, hicieron de la Palabra divina".
Más adelante Mons. López Martín nos muestra los criterios que se han tenido en cuenta al elaborar el actual Leccionario patrístico:
a) criterios positivos:
"Procurar textos de gran valor espiritual, en orden a la vida cristiana. Seguir con atención al año litúrgico, con ayuda a veces de sermones y homilías que acentúan su dimensión sacramental y su eficacia espiritual. Presentar junto a los Padres, Doctores de la Iglesia, y páginas del Concilio Vaticano II y de los Papas. Recoger textos sobre la oración y el culto que ayuden para la vida pastoral y para la espiritualidad litúrgica".
b) criterios negativos:
"Excluir textos que pudieran resultar problemáticos por su fondo o por sus expresiones: textos que tocan cuestiones teológicas o filosóficas debatidas, o que contienen antisemitismos, moralismos pietistas, alegorismos exagerados, etc".
Por eso el mismo D. Julián continua diciendo que: "siguiendo tales criterios, el Leccionario patrístico, conforme a la tradición romana, suele ir enlazado con la lectura bíblica precedente (OGLH 159). A veces realiza una lectura continuada de ciertos documentos importantes, como las Catequesis de San Cirilo de Jerusalén, el Sermón sobre las bienaventuranzas de San León Magno, o aquel otro Sobre los pastores, de San Agustín, etc. Una frase a modo de título va al inicio de la lectura para favorecer su comprensión.
El actual Leccionario patrístico es una excelente antología de textos cristianos, en la que están presentes Padres y escritores de todas las épocas, de Oriente y de Occidente, y en la que se toca una gran variedad de temas, como se puede comprobar en un Apéndice que va al final de este cuaderno. Además, el Leccionario puede ser complementado por otro Leccionario ad libitum «que contiene una mayor abundancia de lecturas» (OGLH 161) y que, al parecer, será editado conjuntamente con el Leccionario bíblico bianual. Y existe también la posibilidad de que las Conferencias Episcopales añadan otros textos, propios de la tradición patrística local (162)".
En esta publicación, el Obispo Legionense nos dice que: "los Santos Padres, dóciles al Espíritu Santo que posee la inteligencia de las Escrituras, y meditándolas en función del misterio de Cristo (+Lc 24,45; DV 8,9,12), supieron comentarlas siempre en su dimensión litúrgica y espiritual, bien conscientes de que «toda Escritura está inspirada por Dios y es provechosa para enseñar la verdad, para rebatir el error, para reformar las costumbres, para educar en la rectitud, a fin de que el hombre de Dios esté perfectamente equipado para toda clase de obras buenas» (2Tim 3,16). Por eso el Oficio de lectura viene a ser una participación en esa profunda y luminosa meditación que los Santos Padres, bajo la guía del Espíritu, hicieron de la Palabra divina".
Más adelante Mons. López Martín nos muestra los criterios que se han tenido en cuenta al elaborar el actual Leccionario patrístico:
a) criterios positivos:
"Procurar textos de gran valor espiritual, en orden a la vida cristiana. Seguir con atención al año litúrgico, con ayuda a veces de sermones y homilías que acentúan su dimensión sacramental y su eficacia espiritual. Presentar junto a los Padres, Doctores de la Iglesia, y páginas del Concilio Vaticano II y de los Papas. Recoger textos sobre la oración y el culto que ayuden para la vida pastoral y para la espiritualidad litúrgica".
b) criterios negativos:
"Excluir textos que pudieran resultar problemáticos por su fondo o por sus expresiones: textos que tocan cuestiones teológicas o filosóficas debatidas, o que contienen antisemitismos, moralismos pietistas, alegorismos exagerados, etc".
Por eso el mismo D. Julián continua diciendo que: "siguiendo tales criterios, el Leccionario patrístico, conforme a la tradición romana, suele ir enlazado con la lectura bíblica precedente (OGLH 159). A veces realiza una lectura continuada de ciertos documentos importantes, como las Catequesis de San Cirilo de Jerusalén, el Sermón sobre las bienaventuranzas de San León Magno, o aquel otro Sobre los pastores, de San Agustín, etc. Una frase a modo de título va al inicio de la lectura para favorecer su comprensión.
El actual Leccionario patrístico es una excelente antología de textos cristianos, en la que están presentes Padres y escritores de todas las épocas, de Oriente y de Occidente, y en la que se toca una gran variedad de temas, como se puede comprobar en un Apéndice que va al final de este cuaderno. Además, el Leccionario puede ser complementado por otro Leccionario ad libitum «que contiene una mayor abundancia de lecturas» (OGLH 161) y que, al parecer, será editado conjuntamente con el Leccionario bíblico bianual. Y existe también la posibilidad de que las Conferencias Episcopales añadan otros textos, propios de la tradición patrística local (162)".
Grandes Temas del Leccionario Patrístico
1. Adviento, hasta el 16 de diciembre
a. Las dos venidas de Cristo: S. Cirilo de J. (dom.I), S. Carlos B. (lun.I), S. Bernardo (miér.I), S. Efrén (juev.I), Vaticano II (mart.II).
b. Actitudes cristianas del Adviento: Esperanza, S. Cipriano (sáb.I); oración, S. Agustín (vier.III); deseo de Dios, S. Anselmo (vier.I), S. Pedro C. (juev.II); humildad, Imitación de Cristo (mart.III).
c. El plan divino de la salvación culmina en Cristo: S. Juan de la Cruz (lun.II), S. Agustín (miér.II), Guillermo de s.T. (lun.III), Vaticano II (juev.III).
d. El misterio de Cristo: S. Gregorio N. (mart.I), S. Ireneo (miér.III).
e. Las figuras del Adviento: Juan el Bautista, Eusebio de C. (dom.II), S. Agustín (dom.III); María, S. Ireneo (vier.II), B. Isaac de S. (sáb.II).
2. Adviento, del 17 al 24 de diciembre
17. La genealogía de Jesucristo, S. León M.
18. Plan de salvación, Carta a Diogneto
19. Plan de salvación, S. Ireneo
20. La anunciación, S. Bernardo
21. La visitación, S. Ambrosio
22. El magníficat, S. Beda el V.
23. Plan de salvación, S. Hipólito
24. El canto de Zacarías, S. Agustín
Las lecturas de los días 17, 20, 21, 22 y 24 comentan el evangelio del día.
3. Navidad - Epifanía
a. La encarnación del Hijo de Dios y nuestra divinización: S. León M. (25 dic.), S. Bernardo (29 dic.), S. Hipólito (30 dic.), S. León M. (31 dic.), S. Atanasio (1 en.), S. Máximo el C. (4 en.), S. Agustín (7 en.).
b. La epifanía, revelación de Cristo: S. Agustín (5 en.), S. León M. (6 en.), S. Pedro C. (7 en.).
c. El bautismo del Señor y nuestro bautismo: Dom.-fiesta del Bautismo del Señor, S. Basilio (2 en., día de su memoria), S. Hipólito (8 en.), S. Proclo (9 en.), S. Cirilo de A. (10 en.), S. Máximo de T. (11 en.).
d. Las bodas de Caná: Fausto de R. (12 en.).
e. Actitudes ante el misterio: caridad, S. Agustín (3 en.); silencio de Nazaret, Pablo VI, Dom. Sagrada Familia.
4. Cuaresma
a. Tiempo de tentación y de victoria: Afraates (miér.I), S. Agustín (dom.I), S. León M. (dom.II), S. Agustín (mart.II), Vaticano II (sáb.IV), S. Atanasio (dom.V), S. Gregorio N. (sáb.V).
b. Tiempo de gracia y de perdón: S. Ireneo (miér.II), S. Hilario (juev.II), Teófilo de A. (miér.III), Máximo el C. (miér.IV).
c. La penitencia cuaresmal: S. Clemente R. (miér. ceniza), S. León M. (juev. ceniza), S. Pedro C. (mart.III), S. Gregorio N. (sáb.III).
d. La oración: S. Juan C. (vier. ceniza), S. Cipriano (mart.I), Tertuliano (juev.III).
e. La caridad fraterna: S. Ireneo (sáb. ceniza), S. Gregorio N. (lun.I), S. Asterio de A. (juev.I), B. Elredo (vier.I), S. Ambrosio (vier.II), S. Basilio (lun.III), S. León M. (mart.IV).
f. Misión redentora de Cristo: Vaticano II (sáb.I), S. Juan C. (lun.II), Orígenes (lun.IV), S. Atanasio (vier.IV), S. Juan F. (lun.V), S. Agustín (miér.V), S. Fulgencio de R. (vier.V), S. Andrés de C. (dom. Ramos), S. Basilio (mart. santo).
g. La pasión del Señor: S. Agustín (mart.II), S. León M. (juev.IV) y (mart.V), S. Agustín (miér. santo), Melitón de S. (juev. santo).
h. El bautismo: S. Agustín (dom.III) y (dom.IV).
i. La Iglesia: S. Ireneo (vier.II), Vaticano II (juev.V).
5. Triduo Pascual y Cincuentena
a. El Misterio Pascual: S. Melitón de S. (lun. octava), S. Atanasio (mart. octava), Homilía anónima (lun.II), Vaticano II (sáb.II), S. Agustín (mart.III) y (sáb.V).
b. La gloria de la cruz: S. Teodoro E. (vier.II), S. Efrén (vier.III), S. Cirilo de A. (sáb.III).
c. La resurrección: Homilía anónima (miér. octava), S. Máximo de T. (dom.V).
d. La ascensión: S. Agustín (Ascensión), S. León M. (mier.VI) y (vier.VI).
e. La venida del Espíritu Santo: S. Cirilo de J. (lun.VII), S. Basilio (mart.VII), Vaticano II (miér.VII), S. Cirilo de A. (juev.VII), S. Hilario (vier.VII).
f. Presencia de Cristo en la Iglesia: S. Gregorio M. (dom. IV), S. Cirilo de A. (mart.V) y (mart.VI), S. Gregorio de N. (dom.VII).
g. La Iglesia, Pueblo de Dios: S. Fulgencio de R. (mart.II), S. León M. (miér.II), S. Beda (lun.III), S. Gregorio de N. (lun.V), B. Isaac de E. (vier.V).
h. La Iglesia, misterio y sacramento: S. Pedro C. (mart.IV), S. Hilario (miér.IV), S. Agustín (juev.IV), S. Clemente (vier.IV), S. Cirilo de A. (sáb.IV).
i. La misión de la Iglesia: Carta a Diogneto (miér.V), Autor africano (sáb.VII), S. Cirilo de A. (dom.VII).
j. Los sacramentos pascuales: Homilías mistagógicas de Jerusalén (juev. octava), (vier. octava) y (sáb. octava), S. Agustín (dom.II), S. Gaudencio de B. (juev.II), S. Justino (dom.III) y (miér.III), S. Ireneo (juev.III), S. Basilio (lun.IV), S. Gaudencio de B. (juev.V).