Domingo I de Cuaresma - Estación en San Juan de Letrán.

Es esta la "Estación" que originalmente daba inicio a la Cuaresma, "in capite jeiunii". No tenía procesión. La historia de esta Archibasílica es muy compleja, entre costrucciones, destrucciones, incendios, terremotos, invasiones y atentados, además de reconstrucciones y restauraciones.

Hoy la liturgia nos invita a la estación cuaresmal en la "caput et mater omnium ecclesiarum Urbis et Orbis" signo de que una de las más grandes solemnidades del año eclesiástico se lleva a cabo en el templo que surgió sobre aquellas que fueron las "egregiae Lateranorum aedes".

Ya antes del Edicto de Milán, cuando el Papa Melquíades hizo un Sínodo antidonatista en un lugar de culto de la "domus Faustae" (antigua sede de los Lateranos), este Pontifice supervisó la construcción de la gran basílica constantiniana consagrada en el 318 (en las escavaciones hechas bajo la basílica se puede ver toda la historia de ésta), hasta la comisionada por el Papa Inocencio X a Borromini en el Jubileo de 1650. El Papa Clemente XII (1730-1740) agregó la majestuosa fachada que admiramos, coronada por 15 gigantescas estatuas; León XIII (1878-1903) agregaría el ábside y el coro, recuperando, en cuanto fue posible, el mosaico de los Torriti. Aquí habitaron los Papas hasta el inicio del periodo de Aviñón (1304).

Aquí son celebradas cinco Estaciones: I Domingo de Cuaresma (ya iniciada); Domingo de Ramos (inicio de la Semana Mayor); Jueves Santo (inicio del Triduo Sacro); Sábado Santo (Pascua); Sabado in Albis (deposición de la "vestidura blanca" en la gran vigilia similar a la pascual).

También esta iglesia, la primera en la Diócesis de Roma, en los años comprendidos entre 1980 y 1990 sufrió graves daños a causa de un atentado (explosivos) que contemporáneamente sufrió también el templo romano de San Giorgio al Velabro.

(Traducción del original italiano: Salvador Aguilera López)