Benedicto XVI: lex orandi-lex credendi (CEI).


Su Santidad Benedicto XVI ha querido hacer un "guiño" a nuestra página web en el mensaje que ha dirigido al Card. Bagnasco como Presidente y en su nombre a toda la Conferencia Episcopal Italiana reunida en Asís, del 8 al 11 de Noviembre, en su LXII Asamblea General: Examinar la 3ª Edición Típica del Misal Romano.

Nos adentramos en el Mensaje, pero de manera sintética:

1.- Comienza haciendo una mención al lugar: Asís, y al gran Santo Patrón de Italia: Francisco, y al Papa que aprobó su Regla: Gracias a la obra de Inocencio III la Iglesia comenzó una profunda reforma litúrgica. Fruto de ésta será el "Breviario": Concilio Lateranense IV (1215). Este libro de oración acogía en sí la riqueza de la reflexión teológica y la experiencia orante del milenio precedente. Adoptándolo, San Francisco y los Hermanos Menores hacen suya la plegaria litúrgica del Sumo Pontífice. El mismo Concilio Lateranense IV, considerando con particular atención el Sacramento del Altar, inserta en la profesión de fe el término "transubstanciación" para afirmar la presencia real de Cristo en el Sacrificio Eucarístico, bajo las especies del pan y del vino, ya que el pan es transubstanciado en el Cuerpo y el vino en la Sangre por el poder divino (DS, 802). De la Eucaristía y de la Comunión manaba toda la vida evángelica de San Francisco y su vocación a recorrer el camino de Cristo crucificado; de aquí se saca el aprecio y devoción que tenía y pedía para los Sacerdotes.

2.- La Liturgia como centro: El auténtico creyente experimenta en la Liturgia la presencia, el primado y la obra de Dios; que es "veritatis splendor" (Sacramentum Caritatis, 35), advenimiento nupcial, pregustación de la ciudad nueva y definitiva y participación en ella; es enlace entre creación y redención, es cielo abierto sobre la tierra de los hombres, paso del mundo a Dios; es Pascua, en la Cruz y Resurrección de Jesucristo; es el alma de la vida cristiana, llamada al seguimiento, reconciliación que mueve a la caridad fraterna.

3.- Criterios a tener en cuenta a la hora de la edición de un Libro Litúrgico: La correspondencia entre la oración de la Iglesia (Lex Orandi) y la "Regula Fidei" (Lex Credendi) plasma el pensamiento y los sentimientos de la comunidad cristiana, dando forma a la Iglesia, cuerpo de Cristo y templo del Espíritu. Ninguna palabra humana puede prescindir del tiempo, más aun cuando, en el caso de la Liturgia constituye una ventana que se abre con el tiempo. Por eso se requiere el sabio equilibrio de continuidad y novedad, de tradición y actualización. El mismo Misal se encuentra en el interior de este proceso. Los verdaderos reformadores obedecen la fe: no se mueven de modo arbritario; no son maestros sino custodios del tesoro instituido por el Señor, que nos ha sido confiado. Toda la Iglesia está presente en cada Liturgia: adherirse a su forma es condición de autenticidad de lo que se celebra.

4.- El Papa exhorta a valorizar la Liturgia como fuente perenne de educación a la vida nueva del Evangelio: ya que nos introduce en el encuentro son Jesucristo, que con palabras y obras, edifica constantemente la Iglesia, formándola desde la escucha, la fraternidad y la misión. Los Ritos hablan fuertemente de su intrínseca racionabilidad y comunicabilidad, y educan a una participación consciente, activa y fructuosa (SC, 11).