El día 29 de Octubre concedió Audiencia el Santo Padre Benedicto XVI, en la Sala Clementina del Palacio Apóstolico Vaticano, a los participantes del Congreso promovido por la Fundación "Romano Guardini" de Berlín. En el curso del encuentro, después de saludar al Presidente de la Fundación, Ludwig von Pufendorf, el Santo Padre les dirigió unas palabras, de entre ellas traemos a colación el párrafo en el que el Romano Pontífice nos habla de la Liturgia en Guardini:
"En ese querer acompañar a la juventud, Guardini busco también un nuevo acceso a la Liturgia. El redescubrimiento de la Liturgia era para él un redescubrimiento de la unidad entre espíritu y cuerpo en la totalidad del único ser humano, ya que el acto litúrgico es siempre al mismo tiempo un acto corporal y espiritual. El 'orare' se dilata en el 'agire' corporal y comunitario, y así se revela la unidad de toda la realidad. La Liturgia es un 'agire' simbólico. El símbolo como quintaesencia de la unidad entre lo espiritual y lo material se pierde donde ambos se separan, donde el mundo se separa en modo dualístico en espíritu y cuerpo, en sujeto y objeto. Guardini estaba completamente convencido que el hombre es espíritu en cuerpo y cuerpo en espíritu y que, por tanto, la Liturgia y el símbolo lo conducen a la esencia de sí mismo, en definitiva, lo portan, a través de la adoración, a la verdad"
(Traducción del original italiano del Osservatore Romano por Salvador Aguilera López)
"En ese querer acompañar a la juventud, Guardini busco también un nuevo acceso a la Liturgia. El redescubrimiento de la Liturgia era para él un redescubrimiento de la unidad entre espíritu y cuerpo en la totalidad del único ser humano, ya que el acto litúrgico es siempre al mismo tiempo un acto corporal y espiritual. El 'orare' se dilata en el 'agire' corporal y comunitario, y así se revela la unidad de toda la realidad. La Liturgia es un 'agire' simbólico. El símbolo como quintaesencia de la unidad entre lo espiritual y lo material se pierde donde ambos se separan, donde el mundo se separa en modo dualístico en espíritu y cuerpo, en sujeto y objeto. Guardini estaba completamente convencido que el hombre es espíritu en cuerpo y cuerpo en espíritu y que, por tanto, la Liturgia y el símbolo lo conducen a la esencia de sí mismo, en definitiva, lo portan, a través de la adoración, a la verdad"
(Traducción del original italiano del Osservatore Romano por Salvador Aguilera López)