Domingo de San Gregorio Palamás.


El evangelio del primer Domingo de Cuaresma se acababa con una alusión al ministerio de los ángeles. Y los ángeles son también a quienes evoca la epístola de este día (Hb. 1, 10-2, 3). El texto sagrado compara el ministerio de los ángeles con aquel, mucho más grande, del Salvador mismo. Si la desobediencia a los mensajes que nos transmiten los ángeles es justamente castigada, cuánto más será castigado el hombre que desatienda la salvación anunciada y traída por Cristo, porque “¿a qué ángel se ha dicho alguna vez: Siéntate a mi diestra hasta que haga de tus enemigos escabel tuyo?”

...El evangelio de este día relata la curación del paralítico de Cafarnaún. Jesús le perdona sus pecados y, como los escribas se asombran que alguien más que Dios pueda perdonar los pecados, responde: “¿Qué es más fácil, decir al paralítico: tus pecados son perdonados, o decirle: levántate, toma tu camilla y camina? Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene el poder de perdonar los pecados sobre la tierra, yo te ordeno... levántate, toma tu camilla y vuelve a tu casa”. El tema central de este episodio es el poder a la vez de perdón y de curación que posee el Señor Jesús. Después está la afirmación –más aún, la demostración- que la curación y el perdón no deben ser separados. El paralítico, acostado sobre su lecho, ha sido puesto a los pies de Cristo. Ahora bien, la primera palabra de Jesús no es: “estáis curado”, sino: “tus pecados te son perdonados”. En nuestros males físicos, incluso antes de implorar la liberación material, debemos rogar por nuestra purificación interior, por la absolución de nuestras faltas. Por último, Jesús ordena al paralítico curado llevarse su lecho a casa.

...Por un lado, la multitud estará mejor convencida de la realidad del milagro si ve a aquel hombre vuelto lo suficientemente fuerte como para llevar su camilla. Por otro lado, aquel que ha sido perdonado, cambiado interiormente por Jesús, debe mostrar a los de su casa, por algún signo evidente (ya no llevando su lecho, sino por las palabras, los actos, las actitudes), que es un hombre nuevo que vuelve a tomar lugar en su entorno.

...Se observará que la epístola y el evangelio de este día no tiene ninguna relación con san Gregorio Palamás, del que el calendario asocia sin embargo el nombre al segundo Domingo de Cuaresma. Es que la conmemoración de Palamás no ha sido introducida más que en el siglo catorce, cuando la estructura litúrgica de dicho Domingo se encontraba ya fijada por otras líneas. La memoria de san Gregorio Palamás es evocada en los oficios de vísperas y matutinos. San Gregorio Palamás (20) ha expuesto y defendido, en el curso de vivas controversias, la doctrina teológica relativa a la “luz” divina. Los textos del oficio no entran en detalles o precisiones sobre las concepciones propias de Palamás, pero hablan de una manera general de la luz y de Aquel que ha dicho: “Yo soy la Luz del mundo”. En un resumen muy sustancial, uno de los textos de matutinos asocia tres ideas: la de Cristo que ilumina a los pecadores, la de la abstinencia de Cuaresma y la de la palabra “levántate”, que el Salvador dirigía al paralítico, y que dirigimos ahora a él: “Has traído, oh Cristo, la luz a aquellos que vivían en las tinieblas del pecado, en esta época de abstinencia. Muéstranos, pues, el glorioso día de tu Pasión, a fin de que podamos clamarte: Levántate, oh Dios, y ten piedad de nosotros”.


...(20) San Gregorio Palamás (1269-1359) fue canonizado por el patriarca Filoteo y el sínodo celebrado en Constantinopla en 1368. El punto principal del “palamismo” es la distinción entre la esencia divina, inaccesible al hombre, y las “energías” divinas, que son increadas pero accesibles a la visión humana. La visión de la “luz increada” –una energía divina- tuvo un importante lugar en las doctrinas de los místicos bizantinos llamados “hesicastas”.


...Extracto de L’An de grâce du Seigneur. Éditions du Cerf, 1988. Traducción del francés del Dr. Martín E. Peñalva.

Fuente: http://oriente-cristiano.blogspot.com/2009/03/segundo-domingo-de-cuaresma-domingo-de.html