Comienza el año litúrgico bizantino.


El 1 de septiembre comienza el año litúrgico bizantino, a diferencia de los ritos occidentales que comienzan con el primer domingo de adviento. Jean Corbon nos resume esta particularidad:
"En el año 312, bajo Constantino, se inicia un nuevo calendario civil, el Indiktion, según un ciclo de quince años, y se fija el principio del año el 1 de septiembre. Desde entonces hasta nuestros días, el principio del año litúrgico bizantino se celebra el día 1 de septiembre. No existe en ello ninguna relación con la Economía de la salvación, y no se trata de encontrar aquí justificaciones piadosas o simbólicas" (J. Corbon, Liturgia y oración, Madrid, 2004, 46s).
M. Nin resume el sentido "mariano" del año litúrgico bizantino, que contrasta con el cristológico romano (Adviento (del Salvador)-Cristo Rey): "Natividad de la Madre de Dios (8 de septiembre): La primera gran fiesta del ciclo litúrgico bizantino es una fiesta de la Madre de Dios, como la última: la Dormición del 15 de agosto. El origen de esta fiesta es jerosolimitano, ligada a la dedicación de una iglesia en el lugar donde la tradición sitúa la casa de Joaquín y Ana. Los textos de la fiesta han tenido un influjo de los apócrifos, sobre todo del Protoevangelio de Santiago" (Las liturgias orientales, Barcelona, 2008, 132).